Muy poco se habla del sistema linfático y se trata de uno de los recursos más importantes de nuestro cuerpo para desintoxicar y proteger nuestro organismo, por eso, el día de hoy te contaremos sobre qué es el sistema linfático y cuál es su función en nuestro peso.
El sistema linfático es un conjunto de órganos, vasos y tejidos que tienen funciones específicas tales como las de drenar los líquidos del cuerpo, transportar las grasas que absorbemos en el intestino y contribuir a la respuesta inmunitaria de defensa de nuestro cuerpo.
Como para que te des una idea, el sistema linfático es muy parecido al sistema circulatorio, sólo que éste, en vez de transportar sangre transporta la linfa, un líquido que es resultado de los residuos de la sangre al pasar por los capilares, por lo que la linfa contiene nuestro plasma.
Nuestro cuerpo está repleto de vasos linfáticos que recorren los distintos tejidos que nos forman, transportando la linfa y también la grasa. Por lo que se trata de una función fundamental para poder mantener el estado físico y no hincharnos -entre otras cosas-.
Funciones del sistema linfático
Tal como ya dijimos, el sistema linfático compromete diferentes órganos, vasos y células que están dispuestas a trabajar en desintoxicar nuestro cuerpo, mover la linfa, las grasas y fortalecer nuestro sistema inmunológico. Pero ahora te daremos más detalles.
Los vasos son los encargados de movilizar a la linfa, y a medio camino de esos vasos linfáticos se encuentran pequeños ganglios linfáticos que se encuentran trabajando constantemente. Un cuerpo humano posee alrededor de 450 ganglios linfáticos, principalmente en las zonas de:
Cuello.
Axilas.
Abdomen.
Ingles.
El sistema linfático es el encargado de transportar la grasa que consumimos y que se encuentra ya en los intestinos a la sangre.
Además, si no fuera por el sistema linfático, nuestro cuerpo acumularía ese líquido llamado “linfa” entre las células y nosotros nos hincharíamos. Una enfermedad consecuente del mal funcionamiento del sistema linfático es justamente el linfedema, el cual se da cuando el sistema linfático no drena los líquidos correctamente, lo que ocasiona una inflamación de las extremidades y mayor riesgo de padecer infecciones y algunos tipos de cáncer.
Además, el sistema linfático posee células inmunitarias que detectan y atacan los microorganismos antígenos (externos como virus y bacterias), por lo que evita que nos enfermemos.
Cómo cuidar el sistema linfático
Estas son las cinco claves para mantener tu sistema linfático activo:
Muévete más
La diferencia entre el sistema circulatorio y el sistema linfático es que el sistema circulatorio tiene un órgano que bombea la sangre y genera la circulación de la misma, en cambio el sistema linfático no, por lo que los líquidos que debe drenar sólo se mueven si existe en el cuerpo contracción muscular. Por lo tanto, mover el cuerpo es fundamental para activar el trabajo linfático.
Hazte masajes de drenaje linfático
A su vez, los masajes también pueden colaborar al buen funcionamiento de la linfa. Puedes realizarte masajes de drenaje linfático en un centro especializado o bien optar por el automasaje, el cual será muy beneficioso y podrás brindártelo diariamente si lo sumas al menos cinco minutos a tu rutina diaria.
Es importante que al hacerte masajes, siempre sigas el camino que recorre la linfa, para que ayudes a circular el líquido. El mismo va desde las extremidades a los diferentes puntos como ser cuello, axilas, abdomen e ingles. Por lo tanto, puedes realizar masajes circulares que vayan subiendo desde las plantas de los pies a la ingle, desde las manos a las axilas, desde la frente al cuello y desde la espalda media y baja al abdomen.
Los masajes de drenaje linfático pueden realizarse con maderas, cepillos (en seco) o tus propias manos, siempre haciéndolos con suavidad y utilizando cremas o aceites esenciales para fluir mejor sobre la piel.
Ten mayor contacto con los elementos de la naturaleza
Un modo de mantener activo tu sistema linfático y colaborar con su buen funcionamiento es pisar la tierra y el pasto para conectar con la tierra, hacer caminatas al aire libre y en la naturaleza para respirar aire puro y tomar baños de inmersión ya sea en una bañera, piscina, río o playa. Todas estas actividades tienden a mejorar el funcionamiento integral de nuestro cuerpo, ayudan a relajarnos y a despejar la mente.
Bebe mucha agua
Mantenerte bien hidratado, entre otras cosas, colaborará con la desintoxicación de tu cuerpo, ayudándote a eliminar líquidos y toxinas que bloquean el buen funcionamiento del sistema linfático.
Come más alimentos y menos productos
Recurre a alimentos naturales para crear tus hábitos diarios, priorizando las verduras bajas en carbohidratos como: espinaca, pepino, rúcula, lechuga, repollo, brócoli, tomate, palta; frutas bajas en fructosa como: arándanos, fresas, frambuesas y cerezas; proteínas como: yogurt natural, quesos, huevos, carnes de animales alimentados con pasto; grasas como: palta, nueces, almendras, castañas de cajú, avellanas, maní, paltas, aceite crudo y prensado en frío extra virgen de coco y oliva; semillas molidas y remojadas de chía, lino, sésamo, amapola, quinoa, girasol y amaranto; sazonadores como: sal rosada del himalaya, pimienta negra, cúrcuma, orégano, canela y jengibre.
Y evita comer diariamente productos procesados y ultraprocesados que contengan más de cinco ingredientes en su información nutricional, como refrescos, galletas, embutidos, entre otros. Intenta consumirlos ocasional y moderadamente ya que aportan grandes cantidades de toxinas que nuestro cuerpo muchas veces no es capaz de digerir ni procesar.
Comienza a implementar estos tips y verás cómo tu cuerpo te lo va a agradecer. Tu sistema linfático es muy importante y debes cuidarlo para garantizar su buen funcionamiento.
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